El Real Sacerdocio

La Adoración conforme a Dios

Descripción:

El lugar que Dios ocupa en nuestras vidas se revela en nuestra adoración. Cuando el
corazón se desvía de Dios, el culto es descuidado. La señal de que no hay relación con
Dios se hace patente en el altar, porque es el altar el que revela la condición del
corazón. Como está el altar así está el corazón. Cuando el altar externo está arruinado
es porque el altar del corazón está destruido. La historia del trato de Dios con la nación
hebrea y con la iglesia nos ha enseñado que la adoración siempre ha constituido la caída o el levantamiento del pueblo de Dios; pero, aunque esta revelación es tan clara y evidente en las Escrituras, nuestra actitud siempre ha sido ignorarla. La adoración representa la intimidad con Dios como el esposo. El acto íntimo o sexual entre los esposos como pareja es equivalente a lo que representa la adoración en el matrimonio con Dios. La adoración es la manera de intimar con Dios, conocerlo y
hacernos uno con él. La adoración es el lecho de Dios y el adorador. Tal como es nuestra vida en la intimidad con el divino esposo, así es nuestra relación diaria con él. Idolatría es infidelidad para con Dios; es llevar al lecho de nuestra intimidad a un amante que no es el Señor. La adoración revela si la iglesia es una virgen pura para Cristo o si es una ramera como Babilonia. La restauración de la relación con Dios se hace notoria cuando se restaura la intimidad con Él por medio de una adoración digna y conforme a su corazón. A Dios le importa tanto nuestra adoración que no se conformó con hacernos linaje suyo, nación santa, pueblo adquirido, sino que nos hizo real sacerdocio para que le adoremos al nivel de su realeza. De manera, que no solamente somos sacerdotes adorando a Dios, sino reyes adorando al Rey de Reyes. Revelar la medida y la dimensión de esa adoración es el propósito de Dios con este libro. El pastor Juan R. Fernández nos muestra ese futuro divino, proveyéndonos en esta obra la revelación del oficio sacerdotal con el significado fresco, contemporáneo y práctico de la adoración que es conforme al corazón de Dios. Esta obra nos saca del ritual litúrgico, y las formas en que se adora a Dios en el contexto cultural actual, para llevarnos a la esencia misma de la intimidad con Dios, pero, sobre todo, a lo que es su voluntad y complacencia en la adoración. Si lees este libro con un corazón puro, necesitado y humilde, librada tu alma de todo prejuicio, y disponiendo tu espíritu para ser enseñado, tu vida entrará en una gloriosa y plena dimensión espiritual; tus ojos se abrirán para ver al Rey en su hermosura, tus oídos se dispondrán para obedecer a la voz del Espíritu; y tu corazón se ensanchará para poder entender la plenitud de los caminos de la voluntad de Dios en el aspecto de la adoración.

Para que Dios sea el TODO EN TODOS

El Supremo propósito del Hijo

Descripción:

El propósito de Dios, desde los tiempos de los siglos, ha sido ser Él el todo en todos. Empero, no es cosa rara que aquel que contempla el mundo espiritual desde afuera, le resulte un tanto enigmático encontrar la motivación profunda que una persona pueda hallar en hacer de Dios su Todo. Para un creyente, sin embargo, es claro que una obra sobre este asunto, ha de resultar algo fuertemente vivificante, y de eso, precisamente, se trata este libro.

Su santo consejo muestra la urgente necesidad de que la iglesia de Cristo ande en el Espíritu, y sólo Dios, siendo “el todo” en nosotros, podrá mantenernos en ese “camino” sin fluctuar, hasta el día que Él vuelva.

Todo intento para andar en el Espíritu podría ser neutralizado, si Dios no es el todo en nuestras vidas. Entendiendo que en un mundo espiritual, donde las filosofías humanistas han tratado de resarcir la imagen del hombre de su posición de “pecador-perdonado” a la de un “semidiós-transformado”, nos tomamos el riesgo de que muchos principios del reino de Dios, expresados aquí, resulten un tanto chocantes para aquellos que conciben la vida cristiana, solo a través del “evangelio de las promesas terrenales”. Mas, el celo por la Palabra de Dios, le permitió al pastor Fernández expresarse de una manera abierta, clara y directa, mostrando en algunos de sus capítulos, rasgos un tanto inesperados de confrontación, en temas en los cuales los predicadores se han habituado a tratarlos de forma imprecisa, impasible e impersonal.

Sólo advirtiendo la importancia trascendental de lo que significa Dios como el Todo para la vida de un creyente, podrá interpretarse en su verdadera magnitud el esfuerzo que en esta obra despliega su autor. Los que aman la voluntad de Dios y andan en pos del corazón del Padre, leerán estas páginas con profundo deleite y gozosa complacencia.

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La Honra del Ministerio

El llamamiento según Dios

Descripción:

No hay sobre la tierra una honra más grande que ser un ministro de Dios. La honra del ministerio excede a cualquier otra, porque el que nos llamó a servirle, supera en honor, prestigio y distinción a todo lo creado. Nadie puede estimar el ministerio si no estima a Dios. Si alguien no aprecia el ministerio es porque nunca ha valorado a Dios. El que subestima el llamamiento es porque menosprecia o desconoce al que llama. La honra del ministerio recibe la insignia distintiva de la elección divina. Todo aquel que reconozca a Dios como la persona más importante del universo, considerará su llamamiento como lo más honroso que ha recibido.

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