El Señorío de Cristo

Estudio Bíblico # 12

El Señorío de Cristo

Introducción

Jesucristo era Señor y Dios antes de su encarnación (Salmos 110: 1; Lucas 20: 41-44)
¿Porqué entonces dice que Dios lo hizo Señor y Cristo (Hechos 2: 36)? Dios dio el señorío de este planeta a Adán (Génesis 1: 26- 28). La Biblia nos enseña que somos esclavos de aquel a quien le obedecemos (Romanos 6: 16). Adán obedeció a Satanás, por consiguiente, el diablo se convirtió en el “príncipe de este mundo” (Juan 12: 31;
14: 30). Jesucristo vino a deshacer las obras del diablo (1 Juan 3: 8). El, haciéndose pecado, terminó con el pecado (2 Corintios 5: 21), y destruyó con su muerte “al que tenía el imperio de la muerte …” y libró a todos los que estaban “sujetos a servidumbre” (Hebreos 2: 14, 15). Jesús de Nazaret fue declarado por el Padre Señor, porque como hombre perfecto venció y sometió a Satanás y a su reino (Hechos 2: 36; Fil. 2: 5-11). El evangelio anuncia que “los reinos del mundo han venido hacer de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11: 15).

1. ¿Cuál es la extensión del dominio de Cristo y cuántos deben confesar que El es el Señor” Filipenses 2: 9-11?
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

2. ¿Qué significa ser “Señor”?
Tanto en griego como en hebreo la palabra Señor se usa para referirse a una persona que merece respeto o esta en autoridad. En hebreo a Dios se le llama ‘Adonay’ (mi Señor). En griego la palabra Señor es ‘Kurios’, significa posesión de poder y (Kurios) o autoridad”. Es un título que se usaba para dirigirse al amo, al rey, y a todo el que ejercía dominio sobre los demás. En el Nuevo Testamento a Jesús no se le llama Señor como un titulo de cortesía. Los apóstoles aplicaron la palabra para referirse al Salvador con la misma connotación que el término hebreo ‘Adonay’. Primeramente como una invocación (Juan 20: 28) y segundo como un titulo divino (1 Corintios 12: 3; Filipenses 2: 9-11). Cuando se usa Señor con relación a Dios significa que El es el soberano sobre la creación y sobre la historia. Jesucristo es nuestro Señor porque nos creó (Colosenses 1: 16 -18), porque nos sustenta (Hebreos 1: 3) y porque nos compró con su sangre (1 Corintios 6:20).

3. ¿Para quién vivimos ahora que hemos sido redimidos?

2 Corintios 5: 14,15
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”

4. ¿Con qué propósito Cristo murió y volvió a vivir?

Romanos 14: 7-9
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven”

5. ¿Quién es ahora el dueño de mi cuerpo y de mi espíritu, y por qué?

1 Corintios 6: 19, 20
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

6. ¿De qué pecado debo cuidar mi cuerpo y por qué?

1 Corintios 6: 13-18
“Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”

7. ¿Qué debo buscar y procurar en todo lo que hago?

1 Corintios 10: 31-33
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33 como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”

8. Ahora somos siervos de Cristo, ¿a quién vamos a obedecer?

Romanos 6: 16-22
“¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna”

9. ¿Por qué es una contradicción llamar a Jesús Señor y no hacer lo que El dice?

Lucas 6: 46
“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”

10. Como siervos de Cristo, ¿de qué manera debemos servir a nuestro Señor y por qué?

Colosenses 3: 22-24
“Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”